Los tiburones estuvieron en la cima de la cadena alimenticia por millones de años. Al esparcir nutrientes y absorber carbono, ellos mantienen los ecosistemas marinos en balance, desde adentro. Sin embargo, hoy día, los tiburones y ecosistemas se encuentran en grave peligro.

Según las Naciones Unidas, casi 100 millones de tiburones son matados cada año —y casi un tercio de las especies de tiburones se encuentran o casi se encuentran en peligro de extinción. La disminución de la población de tiburones puede conducir a consecuencias no deseadas en ecosistemas marinos, tales como el colapso de poblaciones de peces que son importantes tanto a nivel comercial como económico —además de contribuir al cambio climático global.

 
 

Las aletas de tiburón son objetivos para pescadores ya que estas pueden venderse por un precio alto y sirven como un símbolo de estatus en culturas orientales. Además, estas son utilizadas en un plato popular llamado sopa de aleta de tiburón, la cual tiene una larga historia de ser favorecida por algunos emperadores orientales quienes pensaban que esta tenía beneficios medicinales y representaba una victoria contra los tiburones poderosos. A pesar de que esta creencia es infundada, esta no ha desaparecido.


Muchos pescadores practican lo que se conoce como aleteo de tiburones: una práctica brutal que implica el capturar a un tiburón, arrastrarlo a bordo de un bote, cortarle las aletas y tirar al tiburón —aún vivo— de regreso al océano. Al no poder nadar apropiadamente y sangrar profusamente, los tiburones se asfixian o sangran hasta morir.

Pero no son sólo los tiburones quienes enfrentan un destino cruel.

Dentro de los círculos de cazadores furtivos, se dice que un cuerno de rinoceronte de un kilo vale mucho más que su peso en oro. Retroceder, haciendo a los animales un objetivo principal para los cazadores furtivos. El cuerno de rinoceronte ha sido utilizado en medicina tradicional oriental, su uso como un símbolo de estatus para mostrar éxito y prosperidad es cada vez más común.

Los cazadores furtivos ahora recurren a pandillas criminales internacionales como proveedores de equipo sofisticado para rastrear y matar a rinocerontes.

El agente especial encargado de HSI Seattle, Kyle Maher, conoce de primera mano lo cruel que los cazadores furtivos pueden ser al remover el cuerno de un rinoceronte.

"Mientras me encontraba en África algunos años atrás, me encontré con rinocerontes a quienes les habían cortado la cara a rebanadas", él dijo.

Un arma con tranquilizante es frecuentemente utilizada para dormir al rinoceronte antes de que se le corte su cuerno, dejando al rinoceronte a levantarse eventualmente y sangrar hasta morir, dolorosa y lentamente. Los muy pocos que sobreviven estos encuentros con cazadores furtivos son frecuentemente dejados con heridas de bala, hachas o machetes.

Maher y su colega, el agente especial de HSI Roberto Patterson, recientemente ayudaron a llevar a dos cazadores furtivos de fauna salvaje ante la justicia.

El Equipo de Trabajo de Seguridad Fronteriza de HSI Seattle y el Grupo de Investigaciones Globales de HSI Washington, DC concluyeron una investigación de múltiples años con el arresto y pliego acusatorio de 11 cargos contra dos nacionales extranjeros de la República Democrática del Congo (DRC, por sus siglas en inglés).

La investigación se centró en dos personas que habían conspirado previamente para enviar múltiples cargamentos de marfil de elefantes, escamas de pangolines y cuernos de rinocerontes a granel desde DRC hacia Seattle.

"Los encontramos y comenzamos a hablar con ellos. Luego, ellos comenzaron a enviarnos dinero y el producto. Eventualmente, ellos aceptaron nuestra invitación para venir a Seattle", dijo Maher.

Durante la reunión cara a cara acerca de Seattle, un agente especial de HSI haciéndose pasar por el comprador principal negocio con los contrabandistas para facilitar la compra y el movimiento de un contenedor de embarque completamente lleno de contrabando relativo a fauna silvestre.

"Ellos nos habían ofrecido múltiples toneladas de marfil previamente, siempre y cuando estuviésemos dispuestos a comprar al por mayor. Durante la reunión de desayuno, eventualmente llegamos a un acuerdo para realizar una compra significativa", dijo Maher. "Y luego les dijimos que los llevaríamos a conocer al resto de los inversionistas. Ahí fue cuando Rob [Patterson] les puso las esposas".

Colaborando estrechamente con la Embajada de Estados Unidos en Kinshasa, HSI les ofreció datos de inteligencia claves al equipo de trabajo en DRC —encabezado por el Cuerpo de Seguridad de los Parques Nacionales de la DRC (Corps en charge de la sécurisation des Parcs Nationaux, en francés)— el cual efectuó múltiples redadas. Dentro de 12 horas, el equipo incautó 2,067 libras de marfil bruto y procesado, además de 75 libras de escamas de pangolines que, según la DRC, están valoradas en aproximadamente $3.5 millones.

Demanda por fauna y flora silvestre

En el centro del tráfico ilegal de fauna y flora silvestre se encuentra la demanda creciente por una variedad de productos alrededor del mundo: carne de animales silvestres; ingredientes para medicina tradicional oriental; mascotas exóticas; joyería, baratijas y accesorios tales como sets de ajedrez; pelaje/pieles para una variedad de usos, desde abrigos hasta vestidos tradicionales; y trofeos.

El comercio de vida silvestre está regulado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ​(CITES, por sus siglas en inglés), la cual cuenta actualmente con 184 partes, incluyendo​ 183 países y la Unión Europea.

La Ley Lacey también protege a plantas, peces y fauna silvestre que son tomados, poseídos, transportados o vendidos ilegalmente. Aprobada inicialmente en 1900, está sólo aplicaba a pocas variedades de plantas autóctonas de Estados Unidos y no prohibía el comercio de plantas tomadas en violación de leyes extranjeras. Sin embargo, en 2008, la Ley Lacey fue enmendada para incluir una prohibición de comercio de plantas y productos de plantas, tales como madera y papel, cultivados en violación de leyes internacionales. Esta ley histórica constituyó la primera prohibición mundial del comercio de productos derivados de la madera ilegalmente.

Existen muchos estimados diferentes del valor del tráfico ilícito de fauna y flora silvestre a nivel mundial. Según la Sociedad para la Conservación de Fauna Silvestre, se estima que el comercio por parte de industrias pesqueras no reguladas solamente está valorado entre $4.2 billones y $9.5 billones por año. Además, se estima que el tráfico ilícito de fauna y flora silvestre está valorado entre $7.8 billones y $10 billones por año —y se estima que el comercio ilícito de madera está valorado en hasta $7 billones por año.

Combinando estas cifras, todo tráfico ilícito de fauna y flora silvestre —incluyendo industrias pesqueras y de madera— constituye el cuarto comercio ilícito global más grande luego de los narcóticos, la trata de personas y productos falsificados.

Y este continúa creciendo mientras redes criminales internacionales participando en el narcotráfico y trata de personas se involucran más para suplementar sus ganancias.

"En muchas ocasiones donde comenzamos con el nivel más bajo —facilitadores y transportistas— uno sabe que existe una cadena completa de suministros del crimen organizado", dijo Harbin de HSI.

¿Por qué nos debe importar?

El comercio de fauna y flora silvestre amenaza el ecosistema local y pone a todas las especies bajo presión adicional en un momento en el cual estamos enfrentando amenazas tales como sobrepesca, contaminación, dragado, deforestación y otras modalidades de destrucción de hábitats.

Además, ese causa un balance en las economías locales, impactando a estas comunidades.

Vidas humanas en áreas rurales a través de los bosques tropicales del mundo están directamente conectadas a la caza de fauna silvestre para comida y salarios.

A través de las áreas tropicales, muchas más personas cuyas culturas se encuentran en transición de una economía de subsistencia a una economía comercial dependen de la caza como solución alternativa de emergencia en tiempos difíciles.

La pérdida de fauna y flora silvestre a través de carreteras recientemente creadas hacia mercados distantes significa la pérdida de un recurso vital.

Personas en bosques remotos, quienes tienen pocas o ninguna alternativa, son hundidas aún más en la pobreza.

Latinoamérica es vulnerable al tráfico de fauna y flora silvestre debido a su biodiversidad. Ecuador tiene aproximadamente 1600 especies de aves. A pesar de que es difícil obtener datos sobre el comercio ilegal de animales y plantas, el Instituto de Recursos Ambientales y Naturales de Brasil estima que al menos 12 millones de animales salvajes son cazados ilegalmente en ese país cada año.

En el Congo, la fauna y flora silvestre ha disminuido por más de un 25% en un solo periodo de tres semanas luego de que un bosque fuese abierto para una empresa maderera. En áreas forestales de Malasia, las cuales eran accesibles por una carretera maderera por al menos un año, ya no quedan grandes mamíferos.

Tan pronto como una carretera es construida, cazadores y armas externas también llegan —y fauna y flora silvestre fluye de manera barata y rápida hacia pueblos distantes, donde se venden directamente o son conectados a mercados globales mediante barcos y aviones.

"Cada vez que se abre una nueva carretera, cuando comienzan a tomar las primeras piezas de madera, en ese momento es cuando la caza furtiva comienza dentro de cinco a 10 millas de la carretera. Así que tan pronto se construye una nueva carretera, ellos simplemente comienzan a aspirar todo del área", dice Maher.

El impacto de la industria maderera ilícita sobre el cambio climático

Los bosques del mundo están siendo destruidos rápidamente por la expansión de la agricultura, la recolección de leña y la producción de carbón. Debido al apetito mundial por madera "preciosa" y comercial, áreas bastas son deforestadas cada año. Los bosques de la Tierra son el hogar de la mayoría de las especies protegidas por CITES. Países individuales son responsables de detener envíos de leña y productos madereros obtenidos ilegalmente.

Valorados en aproximadamente $51-$152 billones anualmente, según la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE. UU., la industria maderera ilícita es una amenaza en muchos sentidos.

El corte de leña descontrolado conduce a la incendios devastadores, deslizamientos de terreno e inundaciones, poniendo en peligro la biodiversidad y causando estragos en las comunidades que dependen de los bosques. Está dejando hambrientos a países en desarrollo, robándoles dinero que necesitan urgentemente para financiar escuelas, hospitales y saneamiento. Esfuerzos por parte de estos países para controlar estas actividades pueden ser muy retantes en medio de lugares remotos, mecanismos débiles de control y cumplimiento; además de corrupción.

La gran mayoría de esta madera ilegal es exportada y, en su mayor parte, termina eventualmente en los estantes y hogares de los países prósperos de Norteamérica, Europa y el este de Asia. Juntos, Estados Unidos, Europa, Japón, Canadá y Rusia consumen 74% de la leña en el comercio global.

El agente especial de HSI Patterson dice que los países ricos desean bellos pisos de madera, pero no entienden la devastación que la industria maderera le ha causado al medio ambiente.

El ritmo de destrucción de los bosques es mucho más rápido que nunca.

"En gana, por ejemplo, ellos han perdido algo cerca del 80% de sus bosques naturales en los últimos 25 años", dijo Maher. "Y luego tienes en Camboya a lugares tales como Andoung Bor, un área forestal virgen y protegida que fue completamente arrasada en menos de 10 años, entre 2008 y 2017".

Camboya ha experimentado una de las tasas más altas de deforestación en el mundo, perdiendo aproximadamente 64% de su cobertura forestal desde 2011.

Mientras la importación ilegal de madera continúa, hemos tenido casos de alto perfil en los cuales empresas han sido llevadas al tribunal para detener esta práctica ilícita.

En 2016, un vendedor al detal de pisos de madera basado en Virginia —Lumber Liquidators Inc.— fue condenado en un tribunal federal en Norfolk, Virginia y pagó más de $13 millones en multas penales, servicio comunitario y decomiso de bienes relativos a su importación ilegal de pisos de madera. La gran mayoría de la madera que este vendió fue elaborada en China de leña que había sido cortada ilegalmente en el extremo oriente de Rusia —el hábitat de los últimos tigres siberianos y leopardos Amur que quedan en el mundo.

Esta fue la primera condena por un delito grave relacionada con la importación o el uso ilegal de leña y la multa penal más grande jamás impuesta bajo la Ley Lacey.

HSI continúa la lucha

HSI sigue firme en su compromiso de combatir el tráfico de fauna y flora silvestre y el comercio ilegal de recursos naturales. Mediante su colaboración con socios interagenciales, HSI continúa trabajando y construyendo sobre los tres objetivos de la estrategia: fortalecer los mecanismos de control y cumplimiento; disminuyendo la demanda por fauna y flora silvestre comerciada ilegalmente; y construyendo cooperación, compromiso y alianzas público-privadas internacionales.

El agente especial de HSI Harbin dijo que HSI tiene una ventaja al investigar estos casos.

Mediante su participación en el Equipo de Trabajo Presidencial contra el Tráfico de Fauna y Flora Silvestre, HSI ha tomado pasos para coordinar con la Oficina del Orden Público del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de EE. UU. (FWS, por sus siglas en inglés) y ha trabajado para implementar la Estrategia Nacional para Combatir el Tráfico de Fauna y Flora Silvestre.

HSI también continúa tomando acciones decisivas para desarticular sindicatos de crimen organizado, mientras reconoce específicamente la conexión creciente entre el tráfico de fauna, flora silvestre y otros recursos naturales y organizaciones criminales transnacionales.

Alguno de los éxitos recientes de HSI incluyen:

  • El 12 de julio de 2022, Herdade Lokua, de 34 años, y Jospin Mujangi, de 32 años —ambos de Kinshasa, República Democrática del Congo (DRC, en inglés)— se declararon culpables en un tribunal federal en Seattle, WA de conspiración y violaciones de la Ley Lacey por traficar marfil de elefante y cuernos de rinocerontes blancos desde DRC hacia Seattle. HSI Seattle, junto con el Departamento de Estado, Departamento de Justicia, FWS, CBP, el Departamento de Policía de Seattle y HSI Nairobi, encabezaron la investigación como parte de "Operación Kuluna". Inmediatamente después de los arrestos, el equipo de trabajo en DRC actuó siguiendo información provista por HSI Seattle para efectuar más arrestos e incautar 2067 libras de marfil y 75 escamas de pangolines en Kinshasa. La DRC estima que el contrabando derivado del tráfico de fauna y flora silvestre está valorado en aproximadamente $3.5 millones.
  • El 26 de julio de 2021, un esposo y su esposa se declararon culpables de violar la Ley Lacey por vender ilegalmente tortugas de caja provenientes de Luisiana y fueron condenados a cumplir un año de libertad condicional. Investigadores federales iniciaron una investigación encubierta tras recibir información de un informante confidencial detallando que los acusados capturaron y vendieron ilegalmente tortugas de caja comunes, una especie protegida, exportando las a Nueva Jersey. Esta investigación penal conjunta fue realizada por HSI, FWS y USPIS (Servicio de Inspección Postal de EE. UU., en inglés).
  • El 25 de enero de 2021, un juez federal condenó a dueño de una empresa de Dallas a pagar una multa de $2000 y completar un término de un año de libertad condicional. El dueño se declaró culpable de violar la Ley del Tratado de Aves Migratorias (MBTA, por sus siglas en inglés). Una investigación conjunta por parte de HSI, FWS y la División de Investigaciones Criminales del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) encontró que, entre junio de 2017 y abril de 2019, el acusado —quien era dueño de una tienda mística en Dallas— vendió cuerpos disecados de colibríes, conocidos como chuparosas, sin un permiso válido. Algunos creen que las chuparosas imparten beneficios místicos y las utilizan como amuletos o encantos.
  • El 14 de diciembre de 2020, un tribunal federal condenó a un contrabandista a 6 años de encarcelamiento por el contrabando de pepinos de mar protegidos —valorados en más de $60,000— hacia Estados Unidos desde México en violación de la Ley Lacey y leyes de aduana de Estados Unidos.
  • El 13 de noviembre de 2020, tras una investigación criminal conjunta por parte de HSI y FWS, un juez federal condenó a acusado a cumplir tiempo servido y dos años de libertad supervisada. Además, él fue ordenado a pagar $1, 500 en restitución al Gobierno de México. Este acusado se declaró culpable tanto de violaciones a la Ley Lacey como violaciones a leyes de aduanas por contrabandear Totoaba macdonaldi desde México hacia Estados Unidos.
  • El 8 de octubre de 2020, el dueño de un buque pesquero se declaró culpable de traficar ilegalmente aletas de tiburón y recibió la mayor pena pecuniaria jamás impuesta en un caso federal de aleteo de tiburones en Estados Unidos. Este caso fue investigado por HSI, FWS y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOA, por sus siglas en inglés) e involucró la asistencia notable de la CBP, USPIS y la Guardia Costanera de EE. UU.

 

"Lo triste es que no tienen que lesionar al rinoceronte. Veterinarios especializados pueden remover segura y humanamente una gran parte del cuerno para disuadir a los cazadores furtivos. Este proceso es parecido al de cortar uñas humanas, las cuales están hechas de la misma sustancia: proteína queratina", dijo Elliot Harbin, gerente del programa, Delitos Ambientales, Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés), Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. "El cuerno crecerá eventualmente, de forma natural".
A South African Parks ranger approaches a poached rhino in Kruger National Park, South Africa
Un guardaparques surafricano se acerca a un rinoceronte a quien cazadores furtivos le cortaron su cuerno en el Parque Nacional Kruger, Suráfrica; foto cortesía del agente especial de HSI Kyle Maher.
"Tenemos autoridades que ninguna otra agencia tiene. Tenemos la autoridad para efectuar registros en las fronteras; tenemos acceso a datos financieros bajo la Ley de Secreto Bancario; además de tener acceso a todos los datos comerciales de importación exportación que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP, por sus siglas en inglés) recopila, ya sea en nombre del Departamento del Comercio o quien sea", él dijo. "Tenemos acceso a esa información y, cuando tienes todos esos datos, básicamente puedes identificar a cualquier organización criminal".
"La corrupción y el dinero que es generado simplemente destruye a la gente trabajadora y las poblaciones tribales e indígenas en esas áreas", dice Harbin. "Estas son simplemente diezmadas en algunos lugares tales como Perú y Ecuador".
"El estadounidense promedio probablemente piensa que el matar a un elefante es tan atroz y horrible", dijo Patterson. "Pero, al mismo tiempo, ni siquiera parpadea cuando se trata de algún tipo de especie de madera en peligro de extinción. Probablemente es sólo falta de conocimiento".
 
 

Algunos de nuestros socios clave

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) trabaja con la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional y otros socios del orden público para disuadir, detectar y hacer cumplir leyes contra el tráfico de vida silvestre y otros delitos relacionados con recursos naturales (en inglés) mediante la Estrategia de Comercio Verde de la CBP (en inglés).

El Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NOAA Fisheries, en inglés) es responsable de la administración de los recursos marinos y sus hábitats. Bajo la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y la Ley de Especies en Peligro de Extinción, esta agencia trabaja para recuperar especies marinas protegidas mientras permite oportunidades económicas y recreacionales sostenibles.

La Oficina del Orden Público del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos investiga delitos relacionados con la vida silvestre, regula el comercio de vida silvestre, ayuda al público a entender y obedecer las leyes de protección de vida silvestre; y trabaja en colaboración con contrapartes internacionales, federales, estatales, locales y tribales para conservar recursos de vida silvestre.

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