Acusado en mortal caso de camión de remolque en San Antonio recibe cadena perpetua
SAN ANTONIO — El acusado imputado de una operación de contrabando de extranjeros indocumentados que resultó en 10 muertes fue condenado a cadena perpetua el viernes.
Esta pena fue anunciada por el fiscal general, Jeff Sessions; el fiscal federal John Bash, distrito oeste de Texas y el agente especial encargado de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en San Antonio, Shane Folden.
James Matthew Bradley Jr., 61, de Louisville, KY compareció ante el magistrado federal David A. Ezra el 20 de abril y fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El juez Ezra también ordenó que Bradley le entregara al Gobierno su camión con remolque, además de aproximadamente $5,600 en dólares estadounidenses y una pistola calibre .38 recuperada del interior de la cabina.
“Contrabandear a extranjeros indocumentados a este país desacata tanto nuestras leyes como nuestra seguridad”, dijo el fiscal general Jeff Sessions. “Las acciones del acusado en este caso condujeron a las muertes agonizantes de 10 personas. Si no hubiese sido por sus acciones, tal vez ellos estuviesen vivos hoy. Este caso es un recordatorio de por qué la administración Trump y este Departamento de Justicia han renovado su compromiso de hacer cumplir nuestras leyes penales de inmigración y por qué continuaremos trabajando para asegurar nuestras fronteras. Quiero darles las gracias a los fabulosos fiscales federales adjuntos que procesaron este caso, Christina Playton y Matthew Lathrop, como también a nuestros socios con ICE HSI, CBP, los departamentos de policía y bomberos de San Antonio y la Oficina del Alguacil del Condado de Bexar por ayudarnos a alcanzar la justicia. Este trágico caso es otro recordatorio más de que el Congreso debe ponerle fin a los incentivos que fomentan la inmigración ilegal y contrabando de indocumentados en primer lugar”.
Tras la condena, el fiscal federal Bash dijo: “Estoy satisfecho que el tribunal impuso un castigo apropiado por este crimen horroroso. Mediante este enjuiciamiento, hemos enviado dos mensajes inconfundibles: primero, que el contrabando de extranjeros indocumentados es un crimen peligroso con víctimas reales; segundo, que el DOJ buscará justicia para todas las víctimas del crimen, sin importar su estatus legal. Y tengo otro mensaje más para aquellos empleadores que contratan a sabiendas a inmigrantes no autorizados por las docenas, en flagrante violación de leyes federales: ustedes están creando un incentivo económico para precisamente el tipo de explotación mortal de personas vulnerables que ocurrió en este caso —y estamos examinando muy detenidamente nuestro sistema de justicia criminal para ver cómo este puede eliminar ese incentivo”.
El 16 de octubre de 2017, Bradley se declaró culpable de un cargo de conspiración para transportar a extranjeros resultando en muerte y un cargo de transportar a extranjeros resultando en muerte. Al declararse culpable, Bradley admitió que el 23 de julio de 2017, él conspiró con transportar y sí transportó a extranjeros indocumentados en los Estados Unidos por ganancias financieras, para continuar su ingreso ilegal a este país, con desprecio imprudente del hecho de que ellos ingresaron a este país ilegalmente —y lo cual resultó en la muerte de 10 extranjeros indocumentados.
Según documentos del tribunal, los cuales Bradley admitió son factualmente correctos, oficiales del Departamento de Policía de San Antonio (SAPD, por sus siglas en inglés) respondieron a una llamada de una tienda Wal-Mart ubicada en 8538 Interstate 25 Access Road en San Antonio poco después de la medianoche del domingo, 23 de julio de 2017. Un oficial encontró un camión de remolque detrás de la tienda, descubriendo a un número de personas de pie y acostadas en la parte posterior del remolque mientras el conductor, Bradley, se encontraba en el interior de la cabina. En la escena, agentes de policía descubrieron 39 extranjeros indocumentados. de los 39 extranjeros indocumentados encontrados en la escena, y está bien muerto; ocho murieron en el remolque y dos murieron más tarde en hospitales del área. Se encontraban cuatro jóvenes, entre 14 y 17 años, dentro del grupo de indocumentados en el remolque de Bradley; ellos no estaban acompañados por un adulto. Según documentos del tribunal, los extranjeros indocumentados estimaron que el remolque contenía entre 70 y 180 hasta 200 personas durante el viaje. Ellos también describieron diferentes precios por ser transportados.
El coacusado de Bradley, Pedro Silva Segura, de 47 años, un extranjero indocumentado residiendo en Laredo, Texas, enfrenta un cargo por conspiración para transportar y albergar a extranjeros indocumentados por ganancias financieras resultando en muerte; un cargo por conspiración para transportar y albergar a extranjeros indocumentados por ganancias financieras resultando en lesiones corporales graves y poner vidas en peligro; además de dos cargos por transportar a extranjeros indocumentados resultando en lesiones corporales graves y poner vidas en peligro. Estos cargos surgen de una acusación sustitutiva de un gran jurado federal dictada el 20 de septiembre de 2017. Silva, quien fue arrestado en Laredo por un cargo de contrabando de indocumentados, se encuentra bajo custodia federal a la espera de ser transferido a San Antonio. La fiscal federal adjunta Christina Playton, distrito oeste de Texas, está procesando este caso.