Conductor de camión semiremolque acusado de contrabando de indocumentados tras la muerte de 10 personas luego de fallido viaje ilegal
SAN ANTONIO — Un conductor de un camión semiremolque fue acusado el lunes de un cargo por transportar a extranjeros indocumentados luego de que 10 extranjeros murieran tras un viaje ilegal en su camión el domingo.
El cargo fue anunciado por Richard L. Durbin Jr., fiscal federal del distrito oeste de Texas y Shane Folden, agente especial encargado de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en San Antonio.
La denuncia federal presentada el 24 de julio alega que James Matthew Bradley Jr., 60, transportó a extranjeros ilegalmente, resultando en la muerte de 10 de ellos. El décimo extranjero, un hombre adulto, falleció durante la noche en el hospital. Tras una condena, este delito es punible con cadena perpetua o la pena de muerte, una multa de $250,000 y tres años de libertad supervisada.
Según la denuncia / declaración jurada presentada por el agente especial de HSI James Lara, oficiales del Departamento de Policía de San Antonio (SAPD, por sus siglas en inglés) respondieron a una llamada de una tienda Wal-Mart ubicada en 8538 Interstate 25 Access Road en San Antonio poco después de la medianoche el domingo, 23 de julio. Un oficial encontró un camión semiremolque detrás de la tienda y descubrió a un número de personas de pie y acostadas en la parte posterior del remolque; el conductor, Bradley, se encontraba en el interior de la cabina. Bradley dijo que él estaba transportando el remolque desde Schaller, Iowa hasta Brownsville, Texas. Él negó saber que había personas en el remolque y dijo que sólo las descubrió cuando salió del vehículo para ir al baño. Él dijo que él intentó darles ayuda y auxilio. Oficiales del SAPD reportaron encontrar a ocho personas fallecidas, además de otras 30 a 40—todos extranjeros indocumentados. El conductor, Bradley, fue puesto bajo custodia.
Durante su interrogación, Bradley dijo que él estaba viajando de Laredo a San Antonio, luego de haber llevado a su camión semiremolque para cuidado y mantenimiento en una parada de camiones cerca de Laredo. Él pretendía tomar el remolque a Brownsville para entregárselo a alguien que lo había comprado. Él se detuvo en el Wal-Mart y escuchó golpes y conmoción en el remolque. Él se sorprendió cuando “fue sorprendido por ‘personas hispanas’ (‘Spanish people’) y empujado al suelo,” según la declaración jurada. Él se dio cuenta de que por lo menos una persona estaba muerta. Él dijo que él sabía que el sistema de refrigeración del remolque no funcionaba y que los cuatro orificios de ventilación estaban obstruidos. Él dijo que él llamó a su esposa, pero que no llamó al 911. Él dijo que entre 30 a 40 personas huyeron del remolque.
Varios extranjeros indocumentados, tomados del remolque e interrogados por agentes especiales de HSI, describieron como habían sido transportados ilegalmente a través del Río Grande cerca de Laredo en diferentes ocasiones y como parte de diferentes grupos. Ellos fueron albergados en uno o más escondites, y el domingo, los grupos fueron reunidos en el remolque. Un extranjero dijo que su grupo de 24 había estado en una “residencia escondite” en Laredo por 11 días antes de ser agrupados en el remolque. Ellos estiman que el remolque transportaba entre 70 a 180-200 personas durante el viaje. Ellos describieron diferentes precios por ser transportados.
La audiencia inicial de Bradley ante la magistrada estadounidense Elizabeth S. Chestney está pautada para el 24 de julio a las 11 a. m.
La Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) está encabezando esta investigación junto con la Oficina de Detención y Deportación (ERO, por sus siglas en inglés) de ICE, el Departamento de Policía de San Antonio y el Departamento de Bomberos de San Antonio—con la asistencia de la Oficina del Alguacil del Condado de Bexar (Texas) y la Patrulla Fronteriza de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
La fiscal federal adjunta Christina Playton, distrito oeste de Texas, está procesando este caso.
Es importante destacar que una denuncia penal es simplemente una acusación y no debe considerarse como prueba de culpabilidad. El acusado se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad ante un tribunal.