Madre e hijo son sentenciados a prisión por operar red de tráfico sexual en cantina del área de Houston
HOUSTON — Una madre e hijo que operaban una red de tráfico sexual desde una cantina del área de Houston fueron sentenciados a prisión federal el 8 de octubre tras una investigación realizada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) de Houston, la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas, el Departamento de Policía de Houston y la Alianza Rescate de la Trata de Personas.
María Botello Morales, una nacional mexicana de 57 años que se encuentra ilegalmente en el país, fue sentenciada en el Tribunal Federal de Distrito para el Distrito Sur de Texas a 280 meses en prisión federal por tráfico sexual por fuerza, fraude o coacción; conspiración para cometer tráfico sexual y tráfico sexual de menores. Botello Morales también deberá inscribirse como delincuente sexual. Después de su liberación de prisión, se espera que Botello Morales enfrente procesos de remoción.
Edgar Adrián Botello, un residente de Houston de 31 años e hijo de Botello Morales, fue sentenciado a 180 meses en prisión federal, seguidos inmediatamente por 15 años de libertad supervisada por conspiración para cometer tráfico sexual; tráfico sexual mediante la fuerza, fraude o coacción y posesión de material de abuso sexual infantil. También se le exigirá que se inscriba como delincuente sexual. Mientras esté en libertad supervisada, Botello tendrá que cumplir con numerosos requisitos diseñados para restringir su acceso a niños y la Internet.
Botello Morales y Botello se declararon culpables de los cargos en 2023. La restitución para sus víctimas será determinada en una fecha posterior.
“Impulsados exclusivamente por la codicia, estos individuos se aprovecharon de la inocencia y desesperación de comunidades marginadas y vulnerables, tales como menores y migrantes, para obligarlos a participar en sexo comercial”, dijo el agente especial encargado de HSI Houston, Robert Kurtz. “Para mantener el control y garantizar que sus víctimas cumplieran con todas las demandas, ellos utilizaron abuso físico, amenazas de daño y manipulación psicológica. HSI Houston está comprometida con aportar todo el peso de nuestros recursos y personal para enfrentar atrocidades como esta para ayudar a las víctimas a recuperar sus vidas y garantizar que los delincuentes responsables de esta explotación rindan cuentas”.
Botello Morales manejó Puerto Alegre con Botello y otros desde 2015 hasta 2020. Puerto Alegre era una cantina donde numerosas mujeres fueron obligadas a participar en sexo comercial en cuartos traseros construidos específicamente para ese propósito. Botello Morales, Botello y otras personas amenazaron e intimidaron a estas víctimas con violencia para manipularlas y obligarlas a participar en sexo comercial para su propio lucro.
Las víctimas reportaron que ellas empezaron en la barra como camareras. Sin embargo, poco después, Botello Morales les dijo que tenían que participar en sexo comercial. Si se negaban, ella las amenazaba con violencia.
Algunas fueron testigos de violencia y armas en la barra y en la parte trasera donde ocurrieron los actos sexuales. Todas describieron cómo tenían que llevar a los clientes a las habitaciones traseras a través de una puerta y escondidos de la vista del bar. A ellas se les daba un condón envuelto en una toalla de papel, no debían pasar más de 15 minutos en la habitación y cobrar aproximadamente $70. Al salir, ellas tenían que entregarle el dinero a quien estuviese vigilando la habitación.
Durante la investigación, una víctima también explicó que, cuando se negó a ir a trabajar, Botello Morales envió a alguien para agredirla físicamente.
Las víctimas explicaron que Botello, quien portaba un arma habitualmente, era el ejecutor. Él también repartía los condones y cobraba el dinero. Durante la ejecución de una orden de registro en la casa que Botello Morales y Botello compartían, la policía encontró varias armas de fuego cargadas en su habitación junto con una computadora que contenía material de abuso sexual infantil.
Otros dos individuos también estuvieron involucrados en la conspiración, pero aún no han sido sentenciados. El sobrino de Botello Morales —Arián Botello, de 26 años— fue condenado por múltiples delitos relacionados con tráfico sexual por su papel en la conspiración y está previsto a ser sentenciado el 16 de diciembre. Esteban Toribio, un residente de Houston de 65 años que tenía la licencia de venta de bebidas alcohólicas para la cantina, se declaró culpable de encubrimiento de un delito grave el 17 de junio.
Tanto Botello Morales como Botello permanecerán detenidos a la espera de sus traslados a una instalación de la Oficina Federal de Prisiones, la cual será determinada próximamente.
La fiscal federal auxiliar Sherri L. Zack procesó el caso.
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HSI es la rama investigativa principal del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS, por sus siglas en inglés), responsable de investigar delitos y amenazas transnacionales, específicamente aquellas organizaciones criminales que explotan la infraestructura global mediante la cual el comercio, los viajes y las finanzas internacionales se mueven. La fuerza laboral de HSI consta de más de 10,000 empleados, asignados a 235 oficinas dentro de Estados Unidos y 93 localidades en el extranjero en 56 países. La presencia internacional de HSI representa la presencia policial investigativa más grande del DHS en el extranjero y una de las presencias internacionales más grandes del orden público estadounidense.