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Agosto 3, 2018Washington, DC, Estados UnidosOperacional

Programa contra Violadores de los Derechos Humanos y Crímenes de Guerra de ICE celebra 15 años

En 2003, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) estableció equipos investigativos y jurídicos para centrarse en casos involucrando a violadores de los derechos humanos.

Cinco años después, el Centro contra Violadores de los Derechos Humanos y Crímenes de Guerra fue creado para dedicar un mayor enfoque gubernamental a la identificación, el rastreo, el enjuiciamiento y la remoción de criminales de guerra y abusadores de los derechos humanos viviendo en los Estados Unidos.

Por los pasados 15 años, el Centro y sus socios han trabajado de forma colaborativa para apoyar los esfuerzos de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) de ICE para llevar ante la justicia a numerosos individuos por violaciones relacionadas con los derechos humanos, tales como genocidio, tortura, limpieza étnica y varias otras formas de persecución. Mediante su trabajo a través de los años, el Centro y su personal dedicado han garantizado que Estados Unidos no se convierta en un refugio seguro para abusadores de los derechos humanos. Este ha apoyado la estrategia de seguridad nacional de esta administración consistentemente, la cual ordena que los Estados Unidos “no permanezca en silencio ante la cara del mal” y que “les haga rendir cuentas a los perpetradores de genocidio y otras atrocidades masivas”.

“Los pasados 15 años han visto un crecimiento robusto en los esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos para investigar a violadores de los derechos humanos. Con el apoyo de la dirección de ICE, nuestro equipo ha crecido de seis personas a más de 50 personas dedicadas a esta misión”, dijo Mark Schaffer, jefe de unidad, Centro contra Violadores de los Derechos Humanos y Crímenes de Guerra. “Además, hemos capacitado a personal en cada una de nuestras oficinas de asesores jurídicos y en nuestras 26 oficinas de los agentes especiales encargados (SACs, por sus siglas en inglés). Nos hemos beneficiado de la aprobación de varias leyes, las cuales nos han ayudado inmensamente. Aunque conflictos globales continúan proporcionándonos casos adicionales, estamos dispuestos a buscar la justicia”.

Actualmente, el equipo de 50 miembros aprovecha la experiencia de un grupo selecto de agentes, abogados, especialistas en inteligencia e investigación, historiadores y analistas que dirigen, de una manera más amplia, los esfuerzos policiales de la agencia contra estos delincuentes.

Los socios del Centro, los cuales incluyen al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU., la Unidad de los Derechos Humanos Internacionales de la Oficina Federal de Investigaciones, como también los Departamentos de Justicia, Estado y Defensa, trabajan de forma colectiva para avanzar la misión del DHS de garantizar la seguridad de la nación.

El Centro ha combatido amenazas a nuestra seguridad nacional mediante varias iniciativas. La iniciativa Ningún Refugio Seguro previene que los Estados Unidos se convierta en un refugio seguro para individuos que cometen crímenes de guerra, genocidio, tortura y otras formas de abusos serios de los derechos humanos. El Equipo de Rastreo de Objetivos Violadores de los Derechos Humanos utiliza personal de inteligencia e investigación para identificar a serios abusadores de los derechos humanos residiendo en el extranjero y para prevenir que ellos ingresen a los Estados Unidos. Mediante la Operación Ningún Refugio Seguro, el Centro apoyó los arrestos de 125 fugitivos buscados por su participación en conocidas o presuntas violaciones de los derechos humanos.

“El trabajo extraordinario desempeñado por el Centro no hubiese sido posible sin la dedicación y el compromiso de cada miembro del equipo que ha apoyado nuestra misión a través de los pasados 15 años”, dijo Lisa Koven, jefe, Sección de Derecho de los Derechos Humanos. “Les agradecemos a los numerosos individuos dentro del Gobierno de EE. UU., como también aquellos fuera de este, que han apoyado nuestra misión de garantizar que EE. UU. no se convierta en un refugio seguro para violadores de los derechos humanos”.

Desde 2003, el Centro ha emitido más de 75,000 registros para individuos procedentes de más de 110 países e impedido que más de 260 presuntos violadores de los derechos humanos y criminales de guerra ingresaran a los Estados Unidos. El Centro también ha apoyado a ICE en la remoción de 908 conocidos o presuntos violadores de los derechos humanos de los Estados Unidos y ha facilitado la partida de otros 122 tales individuos. El apoyo del Centro de aquellos trabajando en el campo ha conducido al arresto de más de 410 individuos por violaciones relacionadas con los derechos humanos. Actualmente, el Centro está apoyando a más de 135 investigaciones penales sobre presuntos violadores de los derechos humanos y continúa dándole seguimiento a más de 1,750 pistas y casos de remoción involucrando a presuntos violadores de los derechos humanos de 95 países diferentes.

Algunos de los más grandes éxitos del Centro incluyen su desempeño en el caso de Charles Taylor Jr., condenado a 97 años en prisión tras su sentencia por seis cargos de cometer actos de tortura y conspiración para cometer tortura en Liberia —el primer uso del estatuto penal federal de tortura (Título 18 del Código Penal de Estados Unidos, 2340a) desde que este fue aprobado como ley en 1994 y los casos de Carlos Vides Casanova, antiguo ministro de defensa y director de la Guardia Nacional, y José García, antiguo ministro de defensa —removidos de los Estados Unidos por su participación en asesinatos extrajudiciales y la tortura de civiles, incluyendo cuatro mujeres estadounidenses feligreses, durante la guerra civil en El Salvador.

Quince años después, el trabajo del Centro continúa garantizando que graves abusadores de los derechos humanos no evadan la justicia y responsabilidad por sus crímenes al esconderse en los Estados Unidos. Los éxitos han conducido a que el Centro sea homenajeado por La Liga Antidifamación con su premio SHIELD (ESCUDO, en inglés) en 2015 y 2016 —además de una mención honorífica en 2018.

“Los violadores de los derechos humanos son una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos”, dijo Louis A. Rodi, asistente adjunto del director, División de Investigaciones de Seguridad Nacional. “Con los recursos dedicados a la identificación, la investigación y el enjuiciamiento de violadores de los derechos humanos, el Centro apoya la misión general de ICE de garantizar la protección y la seguridad de los EE. UU.”
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