Sacerdote acusado de abusar sexualmente de niños filipinos
CINCINNATI — Un sacerdote estadounidense de Cincinnati ha sido acusado mediante una denuncia penal federal de presuntamente abusar sexualmente de niños menores. Estos cargos se formularon tras una investigación internacional que abarcó dos continentes por parte de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) y autoridades en Filipinas.
Kenneth B. Hendricks, 77, de Cincinnati, fue arrestado por agentes especiales de ICE HSI basados en Manila junto con autoridades filipinas la noche del martes en Filipinas, donde él encuentra sirviendo actualmente como sacerdote misionero.
Benjamin C. Glassman, fiscal federal para el distrito sur de Ohio y Steve Francis, especial encargado de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (ICE HSI), anunciaron los cargos.
El Gobierno abrió la denuncia penal hoy. Según ese documento y su declaración jurada justificativa, ICE HSI recibió información sobre la presunta explotación sexual de múltiples niños filipinos el 13 de noviembre.
La información indicó que un sacerdote católico —luego identificado como el Padre Hendricks— había estado agrediendo sexualmente a los niños. Posteriormente, varias víctimas fueron identificadas y proporcionaron declaraciones a la policía.
Por ejemplo, una víctima dijo que él había estado siendo abusado sexualmente por el sacerdote local desde 2009, cuando el niño tenía aproximadamente 12 años. Otra víctima declaró que él fue abusado sexualmente por Hendricks desde que la víctima tenía siete años.
Una víctima dijo que él y Hendricks tuvieron sexo anal en al menos una docena de ocasiones y sexo oral en más de 30 ocasiones. Además, Hendricks presuntamente insertó una manguera y sus dedos dentro del ano del niño.
Otra víctima dijo que él masturbó el pene de Hendricks en aproximadamente 40 ocasiones y que Hendricks le hizo lo mismo al niño en al menos 60 ocasiones.
Las víctimas dijeron que Hendricks comenzó besándolos y luego el contacto se intensificó a tocarles sus penes, sexo oral y anal.
Hendricks presuntamente residía con un número de niños menores. Se alega que él insistió que ellos tomasen baños juntos y agredía sexualmente a las víctimas solas o con otros niños. El sacerdote presuntamente les advirtió a las víctimas que si le decían a alguien que todos ellos irían prisión.
En una conversación grabada con una de las víctimas, Hendricks declaró: “este posiblemente será el escenario, habrá una reunión y luego se decidirá, tú sabes, lo que tus padres desean hacer respecto a todo. Si ellos desean intentar… presentar cargos, eh, lo que sea sabes, pero eso es entre ellos y el obispo, yo no tengo nada que ver con eso. Yo simplemente recibo las repercusiones luego”.
En la misma conversación, Hendricks dijo: “ellos decidirán, te preguntarán cuál es tu decisión, que vas a hacer, si habrá un caso o no o si habrá, tú sabes, un acuerdo, yo no sé. Pero luego de todo eso, no sé qué ocurrirá. Yo lo más probable tendré que renunciar, retirarme ahora”.
Hendricks está siendo acusado como un ciudadano estadounidense de participar en conducta sexualmente ilícita en lugares extranjeros, el cual es un delito federal punible con hasta 30 años en prisión.
El fiscal federal Glassman elogió a la investigación de este caso por parte de ICE HSI y la asistencia de la Policía Nacional de Filipinas, como también los fiscales federales auxiliares Christy L. Muncy y Timothy D. Oakley, quienes están procesando este caso.
Una denuncia penal simplemente contiene alegaciones, por lo que el acusado se presume inocente salvo que se demuestre su culpabilidad en un tribunal de justicia.